Origen del turrón

Hay dos versiones sobre la aparción del turron. Una porque el pueblo sufría una epidemia y otra por la necesidad de alimentar al ejército con un producto energético, fácil de conservar, de trasportar, y que el paso del tiempo no lo volviera tóxico; así que las autoridades convocaron un concurso de ideas para solucionar el problema.

El nombre del producto «turrón» podía ser en recuerdo del apellido Turró, del artesano barcelonés que ganó el concurso, o bien como creen otros, vendría de «torrat» (masa consistente y de fácil manejo que resulta de cocer al fuego, la mezcla de miel y frutos secos)

Por referencias literarias ; conocemos que a Felipe II, le gustaba de tenerlo en su mesa, y como los deportistas griegos participantes en las Olimpiadas obtenían energía tomando una pasta, resultado de mezclar frutos secos (almendras sobre todo) y miel.

España es líder tanto en producción, como en consumo. Además de elaborarse en la región cuna de Jijona, también aunque en menor cantidad se produce, en Valencia, Lérida, en Badajoz, Cáceres y fuera de nuestro país en Francia, Italia y algunos países hispanos influidos por nosotros.

El turrón, elaborado artesanalmente por las familias jijonencas, a finales del siglo XIX y principios del XX, era trasportado en carros para venderlo por toda España. Cuando la situación mejoró, lo que se hacía era montar pequeñas tiendas en portales de las casas del centro de las ciudades para vender sus productos. Siguen existiendo restos de aquellos puntos de venta, en algunas de nuestras ciudades, antiguos comercios centenarios, en los que podemos adquirir esta delicia. El turrón que compramos hoy apenas ha cambiado del producido en la época en el que la región de Jijona era conocida como Villa de Sexona, es tan delicioso elaborado en una confitería tradicional o en una nave industrial.

El proceso de elaboración sigue siendo básicamente el mismo y simplificando, mezclar las almendras peladas y tostadas con miel y azucares (antes solo se usaba miel) diluidos en agua, que tenemos en un recipiente caliente. Así tendremos como resultado final los clásicos: «Turrón blando o de Jijona» y «Turrón duro o de Alicante» ambos protegidos por» El Consejo Regulador de Jijona y Turrón de Alicante», Organismo oficial que regula y protege a los artesanos jijonenses, vigilando la total garantía de la marca.

Además de estos dos tesoros gastronómicos, tenemos en el mercado innumerables productos que se consideran como «turrones» pero que no siguen totalmente la receta tradicional; en el turrón de Agramunt se sustituyen, almendras por avellanas, y cuando tiene forma de torta circular, se le denomina Turrón de Cherta, otro recordando a la crema catalana, muy popular y apreciado es el denominado Turrón de Yema tostada, además de los de chocolate, nata, nueces, pasas, de todo tipo de frutas…..pero siempre una delicia para el paladar.